Así terminó una situación de bloqueo inédita en más de 160 años que augura agitados debates y tensión en el Congreso estadounidense en los próximos dos años.
«Es tiempo de gobernar responsablemente y asegurar que ponemos los intereses de las familias estadounidenses primero», indicó tras la elección el presidente Joe Biden, quien se dijo «preparado para trabajar con los republicanos».
Antes de ceder, los electrones libres del bando republicano aportaron unas últimas notas de suspense, haciendo descarrilar por 14ª vez las aspiraciones de McCarthy, que pensaba tener ya la votación ganada.
Inmediatamente después, McCarthy se acercó al grupo de trumpistas rebeldes y se intercambiaron señales acusadoras con el dedo, mientras la secretaria del Congreso pedía calma.