La Asamblea Legislativa del Estado de Río de Janeiro (Alerj), aprobó el martes un proyecto de ley que permite la interrupción provisional de partidos de fútbol o hasta su suspensión definitiva en caso de actos racistas en los estadios de este estado de Brasil.
La llamada Política Regional Vini Jr. de Combate al Racismo en los Estadios y Arenas Deportivas fue aprobada junto con la ley por la que se le concedió la medalla Tiradentes al jugador del Real Madrid y de la selección brasileña, víctima de ataques racistas en estadios de España y homenajeado por el legislativo regional.
La entrada en vigor de la ley tan sólo depende de su sanción por parte del gobernador de Río de Janeiro, Claudio Castro, que tiene hasta 15 días para aprobarla o vetarla. La propuesta prevé que los partidos podrán ser interrumpidos cuando se registren denuncias o manifestaciones racistas.
En caso de que los ataques o manifestaciones racistas sean promovidas por grupos o de forma reincidente, el partido podrá ser suspendido definitivamente, «posibilidad que será informada al árbitro por la organización del evento o el delegado del compromiso».
Las medidas forman parte del llamado «Protocolo de Combate al Racismo» que permite que cualquier aficionado denuncie conductas racistas ante las autoridades presentes en el estadio y que las quejas sean inmediatamente notificadas al organizador del evento y a los árbitros.
«Somos la primera casa legislativa del país en aprobar un proyecto de combate al racismo en los estadios y eso nos enorgullece. Tenemos que extirpar ese cáncer de una vez por todas», afirmó el diputado izquierdista Profesor Josemar, autor del proyecto de ley.
Según la Alerj, la medida es semejante a la ya adoptada por la propia Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) cuando se registran cánticos homofóbicos en los estadios y que prevé la paralización del partido.
La medida del legislativo de Río de Janeiro se suma a otras ya adoptadas por la CBF, que se convirtió en la primera federación de fútbol del mundo en incluir en su reglamento sanciones como la pérdida de puntos en las competiciones en Brasil a los equipos que cometan actos de racismo.